Alimentación del lémur

Los lémures, a menudo, se alimentan de los frutos secos y las frutas que encuentran en su hábitat natural. Estos alimentos suelen ser fáciles de encontrar en los árboles, consumen insectos e incluso pequeños animales cuando los frutos no están en temporada.

Sus hábitos de alimentación estimulan el crecimiento de nuevos árboles también. Mientras se mueven alrededor de estos árboles terminan dispersando las semillas, siendo una excelente manera de repoblar con nuevas plantas y árboles las zonas forestales.

Los lémures en capaces de ralentizar su metabolismo cuando el suministro de alimentos es bajo. Esto les permite ser capaces de prosperar, en lugar de morir de hambre durante las diferentes estaciones del año, cuando la comida es difícil de conseguir. Aún así, pueden tener dificultades para adaptarse a  condiciones demasiado duras cuando estas persisten.

Cuando el alimento es abundante, los lémures consumen tanto de este como sea posible. De hecho, muchas especies consumen hasta el doble de su peso antes de la estación seca. Esto les permite almacenar suficiente grasa para ser capaces de sobrevivir, con muy poca comida, la próxima temporada que se avecina.

Los estudios demuestran que el lémur es altamente adaptable a los cambios en su entorno. Su área de distribución puede llegar a ser muy grande para encontrar alimento. Pueden viajar largas distancias durante la temporada de lluvias con el fin de beneficiarse de la abundancia de recursos alimenticios en las zonas con vegetación.

Los lémures jóvenes se alimentan de la leche de su madre, esto les proporciona la nutrición que necesita, sin embargo, si la comida es difícil de encontrar para ella, puede que su cría no sobreviva. Su cuerpo no será capaz de producir suficiente leche. Lo interesante es que los jóvenes suelen nacer en una época de abundantes fuentes de alimento, la manera natural de ayudar con el incremento de la supervivencia de estos animales.

Cuando los primeros molares les comienzan a surgir a los jóvenes,  estos saltan de la espalda de su madre y comenzarán a buscar su propio alimento. Es en este momento cuando los jóvenes son más vulnerables a los depredadores, asimismo, tienen riesgo de caer de los árboles, ya que no tienen la habilidad suficiente con los movimientos, que incluyen el uso de su cola para dar saltos de larga distancia.

A pesar de que cada individuo encuentra su propio alimento, la hembra dominante tiene una influencia muy fuerte en los hábitos alimenticios del grupo. Cuando hay altos niveles de estrés en la familia, todos ellos tienden a comer menos. Asimismo, los miembros de la familia siguen el ejemplo de la hembra dominante, por ejemplo, si ella no quiere comer cierto tipo de comida, entonces todos los miembros de la familia pasarán por alto esta fuente de alimento también.

Los lémures son bien conocidos para luchar entre ellos, una de las principales causas de conflicto tiene que ver con la comida cuando no hay suficiente para todos. Cuando esto ocurre las hembras más altas en la cadena de mando consumirán los alimentos primero, al igual que sus hijos y muchos de los machos deben transferirse de familia o de salir por sí mismos en busca comida.

Las hembras de menor rango y sus crías pueden morir de hambre. A medida que se debilitan también serán empujados por las hembras fuertes, estas hembras obtendrán todos los alimentos que puedan recibir de los demás.