El lémur es un primate muy inteligente, y existen numerosos estudios que apoyan esta afirmación. Ser capaz de comprender el por qué participan en varios eventos, es parte de la razón por la que se estudian. A través de este tipo de investigación somos conscientes del valor que la familia y la socialización tiene para ellos.
Pueden estar deprimidos y no comer, o participar en otras actividades si están aislados. Esto es más frecuente en las hembras, ya que algunos machos prefieren estar solos y se desarrollan bien de esa manera. Las hembras pueden ser muy agresivas, y son dominantes en cualquier familia de lémur. Mucha de la investigación consiste en ver cómo se producen estas interacciones.
EL acicalamiento es un evento social muy importante para las familias de lémures y las investigaciones muestran que el orden de aseo tiene que ver con el estatus social de los miembros que la integran. Los enfrentamientos entre los grupos sociales pueden ser intensos, a veces tales combates han dado lugar incluso a la muerte de algunos miembros.
Los lémures son muy buenos en el cuidado de sus crías, sin embargo, en la naturaleza más de la mitad de estas crías mueren antes de madurar, a menudo, debido a las caídas de los árboles. Otras veces son víctimas de enfrentamientos en la familia, por el suministro de alimentos o estatuto social. Cuando los suministros de alimentos se reducen, existe más tensión y lucha por la supervivencia en la dinámica familiar.
Gran parte de la investigación sobre el lémur tiene que ver con el hecho de que son capaces de resolver problemas. Una variedad de pruebas se llevan a cabo para observar su capacidad de memoria, o cómo resuelven un problema dado.
Los lémures son capaces de hacer uso de variedad de herramientas en su entorno natural. Muchas de las tareas de investigación involucran ofrecerles herramientas y observar lo que hacen con ellas. Resulta increíble cómo pueden llegar a ideas creativas con estas herramientas.
Parece que tienen un lado emocional. Pueden mostrar enojo o frustración cuando no pueden lograr algo. Parece que se excitan demasiado cuando son capaces de completar alguna tarea, o usar una herramienta para obtener el objeto que desean.
Los lémures en cautividad pueden llegar a aburrirse rápidamente. Como resultado, necesitan mucha estimulación en dicho entorno pues, cuando se aburren pueden destruir su entorno. Por ello, tienen juguetes que se aparecen a ellos, o incluso comida escondida a la que deben encontrar, es todo parte de mantenerlos entretenidos.
Los estudios demuestran que los lémures viven muy bien en cautiverio, de hecho, su vida útil aumenta en gran medida, pueden vivir hasta 30 años en cautiverio en comparación con 18 años en la naturaleza. Sin embargo, los estudios muestran que muchos lémures sufren de enfermedades renales a medida que envejecen, lo que da lugar a una insuficiencia renal.
Gran parte de la investigación sobre el lémur se ha colocado en un segundo plano, debido al hecho de que todas las especies se encuentran en peligro de ser eliminados. Muchas de las especies tienen un número desesperadamente bajo y, sin formas agresivas de conservación no van a estar con nosotros por mucho tiempo.
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